
Raúl Contreras Flores
A raíz del sorpresivo anuncio del secretario de Comunicaciones y Transportes del Estado (Secte) Noé Rodríguez Roldán, hecho el pasado martes en rueda de prensa, referente a su separación del cargo hasta por 60 días para asumir la coordinación en el estado de la campaña a la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del gobernador de Campeche con licencia Alejandro Moreno Cárdenas, la arena política se calentó en la entidad tlaxcalteca, sobre todo dentro de las filas del partido tricolor.
Y, es que, de acuerdo a las encuestas que de manera sistemática una empresa local viene realizando, los priistas Anabel Ávalos Zempoaltécatl, Anabel Alvarado Varela y Manuel Camacho Higareda estarían encabezando las preferencias electorales, más rezagados se encuentran el propio Noé Rodríguez Roldán y Florentino Domínguez Ordóñez; sin dejar de aparecer otros personajes, como los morenistas Joel Molina Ramírez, Ana Lilia Rivera Rivera y Lorena Cuéllar Cisneros.
De acuerdo a publicaciones y transmisiones realizadas a través de diferentes medios por experimentados analistas políticos en el ámbito nacional, todo apuntaría a que el próximo presidente nacional del PRI será Alejandro Moreno Cárdenas.
Pronóstico reforzado por las denuncias de presuntas irregularidades cometidas durante el proceso, expresadas por otros candidatos al mismo cargo, como las de los ex gobernadores de Oaxaca y Yucatán, Ulises Ruiz Ortiz e Ivonne Ortega Pacheco, respectivamente; además de la renuncia a la contienda y a sus 46 años de militancia partidista presentada el día de ayer por José Narro Robles. Renuncia a la que se sumó Beatriz Pagés, y la publicación de mensajes vía Twitter de otros priistas, entre ellos, Manlio Fabio Beltrones.
Acusaciones que apuntan principalmente en el sentido de que existen «dados cargados» y el «inflamiento» del padrón de militantes en varios estados; aunque otros señalamientos más osados hablan de la «entrega» del PRI al presidente López Obrador.
Nadie olvida los halagos pronunciados por Moreno Cárdenas en la bienvenida que le ofreció al hoy mandatario federal siendo presidente de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), y que a partir de ahí se estableció una estrecha amistad, la cual quedó refrendada durante la visita de López Obrador al estado de Campeche. Esto a pesar de que el mandatario estatal con licencia, fue uno de los más acérrimos detractores del entonces candidato presidencial.
Frente a este escenario, a nivel local las expectativas de Rodríguez Roldán, sin duda, escalarían de manera exponencial para convertirse en el potencial candidato a la gubernatura del estado en el cada vez más próximo 2021.
Aunque por ahora se debate si fue un acierto o no la repentina separación de su cargo en la Secte, así como si fue esta decisión una falta de atención con el mandatario estatal Marco Antonio Mena Rodríguez, quien, de acuerdo a sus facultades, es el único que pone y quita a los funcionarios de su administración en el momento que considere necesario; sin embargo, se calcula que dentro del actual aparato burocrático, aún queda más del 60 por ciento de funcionarios y personal de mandos medios que viene laborando desde el sexenio de Mariano González Zarur, con quien se presume existe, ahora sí, un «rompimiento real».
Lo cierto es que con el renacimiento del experimentado político originario de Calpulalpan, en las filas del ex poderoso partido tricolor se prendieron las alarmas tanto en la presidencia municipal de Tlaxcala, como en la comisión de la conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas, pero, sobre todo, en la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), cuyo titular es considerado el delfín de Mena Rodríguez. Al tiempo.