
Tal como lo narra la historia literaria en La Ilíada de Homero -poema épico que culmina con la Guerra de Troya-, fue la construcción de un enorme caballo de madera, en cuyo interior se encontraban escondidos decenas de guerreros griegos, la estrategia desplegada para entrar a Troya y, posteriormente, al amparo de la oscuridad, abrir las puertas de esta ciudad amurallada por gruesos muros para franquear el paso a miles de combatientes aqueos con el objetivo de aniquilar a los troyanos y, de paso, destruir su ciudad fortaleza.
Desde entonces, este relato se toma como referencia cuando alguien, embozado bajo cualquier disfraz, penetra a un objetivo específico a causar daño al enemigo y obtener beneficios.
Algo muy parecido sucede al interior del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con la reciente aparición pública de la empresaria Dulce María Silva Hernández, a propósito de su interés por participar en el proceso electoral en el que se habrá de renovar al titular del Poder Ejecutivo estatal, además de otros cargos de representación popular.
Esposa de César Yáñez Centeno Cabrera, de profesión comunicador y político, actualmente coordinador general de Política y Gobierno en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, Silva Hernández desplegó una intensa campaña publicitaria para promocionar su imagen y que el ciudadano tlaxcalteca supiera de su existencia, dado que, en trabajo político y partidista, al menos en el territorio local, no existen evidencias que demuestren labor alguna en ningún sector.
Promoción en diferentes medios impresos, electrónicos y digitales que llegó incluso a medios nacionales a través de reconocidos columnistas, quienes replicaron una y otra vez las presuntas denuncias interpuestas ante la Fiscalía General de la República (FGR) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en contra de la también aspirante a la candidatura al gobierno, Lorena Cuéllar Cisneros, ex delegada de la Secretaría de Bienestar, acusada de quitar dinero, por medio de sus allegados, a beneficiarios del programa “Jóvenes construyendo el futuro” y destinarlo al financiamiento de su campaña política.
La fuerte inversión hecha en su campaña publicitaria alcanzó entrevistas y comentarios favorables a sus aspiraciones en medios que han sido de los principales opositores al proyecto político de la Cuarta Transformación que enarbola López Obrador, como son: Reforma, El Universal, Radio Fórmula con Ciro Gómez Leyva y Milenio Diario. Así como la elaboración de un video en el que llamaban a votar por Dulce Silva, el cual contó con la participación de estrellas de la farándula como Erika Buenfil, Manelyk González, Itatí Cantoral, su diseñador de alta moda Benito Santos, la modelo Marisol González y el fotógrafo de socialité Kevin Achutegui.
No obstante, a pesar de la publicidad que también inundó las redes sociales e iniciar de manera anticipada su campaña proselitista, el pasado lunes Mario Delgado Carrillo, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, anunció que Lorena Cuéllar obtuvo mayoría en la encuesta aplicada, por lo tanto, se convertía en la candidata a la gubernatura del estado de Tlaxcala.
En la transmisión en vivo realizada vía Facebook, después de una larga espera que despertó ciertas suspicacias, se pudo observar un evento desmotivado, desangelado, con intervenciones forzadas en un evidente escenario de inconformidades y ruptura, ya que ninguno de los demás participantes hizo acto de presencia durante el breve evento.
Más tarde, la empresaria emitió un comunicado de seis puntos mediante el cual fijó su postura ante el resultado arrojado por la descalificada encuesta.
Documento que presenta ciertas contradicciones e inconsistencias, como el decirse admiradora del presidente López Obrador, y poner su campaña política en manos de los principales detractores del mismo; lo que equivaldría a decir, no me importa que hablen mal del presidente, mientras hablen bien de mí.
Hablar de congruencia ideológica, capacidad política, la salvaguarda de los mayores valores morales y políticos que requiere la Cuarta Transformación no significa presumir cómo se regala pan a un menor de edad, cómo se va de compras al mercado, cómo se comen unos tacos de canasta, tampoco mostrar el ostentoso mobiliario y menaje que se tiene en casa cuando la mayoría del pueblo tlaxcalteca apenas sobrevive con salarios de miseria y otro porcentaje considerable vive en pobreza extrema.
Denunciar que Morena está siendo contaminada por prácticas que en otros momentos de su lucha han sido criticadas, y no haber hecho hasta este momento un pronunciamiento en contra de los ambiciosos intereses económicos y políticos de los diputados de la LXIII Legislatura local que se ostentan como “morenistas”, es convertirse en su cómplice o, por lo menos, caer en omisión.
Asumirse adalid de la democracia me parece que es un despropósito, y afirmar que se está en riesgo de entregar nuestro destino en manos de personas obsesionadas por el poder público, a pesar de las sendas denuncias penales interpuestas en su contra -dardo dirigido directamente a Lorena Cuéllar, aunque sin mencionar su nombre-, podría convertirse en un bumerang, sobre todo en cuanto a la obsesión se refiere.
Si existió una negociación cupular, tal como se menciona, sería benéfico para la vida democrática de Morena que se dieran a conocer los pormenores de esa presunta negociación, dejarlo en mera declaracionitis no demostraría más que frustración y coraje por no haber sido la elegida.
Concluye la ex aspirante en seguir trabajando al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de la corrupción, la simulación y el engaño, ¿seguir luchando también al lado de Reforma, El Universal, Ciro Gómez Leyva y Milenio, entre otros respetables y creíbles medios de comunicación?
Por otra parte, el día 16 del presente, gente de su equipo citaron a rueda de prensa en la que se presumía asistiría la esposa del funcionario federal, pero ésta nunca llegó debido a que, según se dijo, estaba atendiendo otros asuntos; la comisión que encabezó la reunión hizo un llamado a la unidad bajo la condición de transparentar el proceso de elección de la candidata al gobierno del estado.
Así, como un Caballo de Troya, construido en este caso mediante un enorme aparato publicitario, entró Dulce Silva a Morena en Tlaxcala, en donde el daño al partido fundado por Andrés Manuel López Obrador ha iniciado, lo que sin duda se verá reflejado en los comicios del 6 de junio de 2021.
La quiebra del partido morenista pone a Tlaxcala lejos de aquel estado que le dio el mayor número de votos el 1 de julio de 2018, apenas atrás de la entidad natal del primer mandatario, es decir, Tabasco.