
- Panorama político sombrío en el inicio del Proceso Electoral Local Ordinario 2020-2021
- La definición de las candidaturas a la gubernatura del estado en las coaliciones “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” y “Unidos por Tlaxcala”
- Efectos de la pandemia por Covid-19 en la clase política tlaxcalteca
A 48 días de iniciado formalmente el Proceso Electoral Local Ordinario 2020-2021, en el que habrán de renovarse la gubernatura del estado, el Congreso local, 60 ayuntamientos, 299 presidencias de comunidad y las tres diputaciones federales, el cual culminará con la jornada comicial el próximo 6 de junio, el panorama político en la entidad se ha tornado sombrío, lleno de incertidumbre; por una parte, a causa de la terrible pandemia que azota al mundo entero y, por otra, las dudas en cuanto a quiénes finalmente habrán de representar a las dos coaliciones registradas ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) para la sucesión gubernamental.
Como se recordará, el pasado 23 de diciembre, fecha límite para llevar a cabo el registro correspondiente, alrededor de las cuatro de la tarde hicieron acto de presencia en las instalaciones del ITE los representantes de los partidos políticos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México (PVEM), Encuentro Social de Tlaxcala (PEST) y Nueva Alianza Tlaxcala para solicitar el registro de la coalición denominada “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”; en tanto que, a escasas dos horas de terminar ese mismo día, acudieron a realizar lo propio los dirigentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Alianza Ciudadana (PAC) y Socialista (PS), quienes conforman la coalición “Unidos por Tlaxcala”. Ambas solicitudes fueron aprobadas por el Consejo General del ITE el pasado 2 de enero.
Después de una cruenta lucha intestina, la diputada federal con licencia, Lorena Cuéllar Cisneros, resultó ungida por el grupo de Mario Delgado, presidente nacional de Morena, como la precandidata a la gubernatura del estado después de, presuntamente, haber salido “ganadora” en una encuesta de la que hasta el momento no se han hecho del conocimiento público ni la metodología utilizada, ni las fechas de aplicación, mucho menos los resultados reales obtenidos, por supuesto, si es que de verdad ésta se realizó.
Decisión que motivó fuertes protestas por parte de sus adversarias, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera y la empresaria Dulce María Silva Hernández, quienes, por separado, pidieron a la dirigencia nacional morenista reponer el procedimiento interno de selección y designación de precandidatura a la gubernatura de Tlaxcala, ya que el realizado, según su dicho, no habría sido transparente ni generado certeza.
Severos cuestionamientos en contra de la designación de la ex súper delegada de la Secretaría de Bienestar, que se sumaron a las sendas denuncias interpuestas con anterioridad ante la Fiscalía General de la República (FGR) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en las que se refieren abuso de poder y corrupción, presuntamente por recortar o quitar el pago a beneficiarios del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, cuyos recursos obtenidos de manera ilícita irían a parar a las arcas lorenistas para apoyar su campaña política hacia la gubernatura del estado; así como la denuncia de supuestas irregularidades cometidas en el programa Ampliación de Vivienda.
Denuncias que aún no han sido desechadas en su totalidad, por lo que, de resultar cierta alguna de éstas, la precandidatura de Lorena Cuéllar se vendría abajo, aparte de enfrentar un proceso penal, tal como lo establece la reforma hecha al artículo 19 constitucional, cuyo primer párrafo dice: (…) auto de vinculación a proceso en el que se expresará: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señale como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. En el párrafo segundo se lee: El juez ordenará la prisión preventiva oficiosamente, en los casos de (…) uso de programas sociales con fines electorales, corrupción tratándose de los delitos de enriquecimiento ilícito y ejercicio abusivo de funciones, (…).
Habrá que esperar el veredicto final de las autoridades correspondientes, el cual se presume se dará este día, ya que la fecha límite para designar al candidato o candidata prácticamente está encima.
Del lado de la coalición “Unidos por Tlaxcala” la candidata natural, por contar con varios factores a su favor, se supone tendría que ser la ex alcaldesa capitalina Anabell Ávalos Zempoalteca; sin embargo, la dirigencia panista insiste en meter a la disputa a la senadora Minerva Hernández Ramos, esto quizá con el único propósito de negociar más espacios dentro de la estructura gubernamental en caso de obtener una remota victoria en la jornada electoral del 6 de junio, sobre todo porque pesan sobre la ex priista y también ex perredista la traición a la militancia del partido del Sol Azteca, así como los escasos o nulos resultados de su trabajo legislativo como diputada federal o senadora en beneficio de la población tlaxcalteca, y cuya aparición pública sólo se da precisamente en periodos electorales.
Además de los señalamientos hechos en su contra por el reconocido locutor y periodista Nino Canún, quien, a través de sus redes sociales, ha comentado su presunta participación en acciones de “terrorismo fiscal” al lado de Enrique Olivares y los hermanos Juan y Antonio Collado, entre otros ex funcionarios públicos y ex dirigentes sindicales.
Por lo que, insistir en su postulación como candidata provocaría fracturas innecesarias al interior de la coalición, ya que los demás partidos, al no tener propuestas propias, han dado su visto bueno para que Ávalos Zempoalteca sea su abanderada.
Pero, tal como lo anoté al principio, la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, por desgracia ha venido a jugar un papel preponderante en el presente proceso electoral, baste recordar los lamentables fallecimientos del senador Joel Molina Ramírez (Morena) y del secretario de Educación Pública en el Estado, Florentino Domínguez Ordóñez (PRI), ambos aspirantes a obtener la candidatura a la gubernatura estatal; así como la muerte de Ricardo Amaro, quien pretendía ser candidato a la presidencia municipal capitalina, entre decenas de políticos y funcionarios públicos que ya padecieron o padecen esta letal enfermedad.
Tal es el caso de Anabell Ávalos, quien en días pasados anunció haber dado positivo a Covid-19 y encontrarse en estos momentos en etapa de recuperación, aunque sin proporcionar mayores informes de su estado de salud, y a quien deseamos desde este espacio su pronto restablecimiento.
No obstante esta circunstancia, la mañana del pasado domingo la Comisión Política Permanente (CPP) del PRI, encabezada por el dirigente estatal Noé Rodríguez Roldán, en sesión extraordinaria virtual llevó a cabo la votación para seleccionar a la candidata que abanderará a la coalición “Unidos por Tlaxcala” en la contienda electoral por la gubernatura del estado.
Los resultados de la votación serán dados a conocer a más tardar el próximo 17 de enero, fecha límite para seleccionar a la candidata de la coalición. De acuerdo a la información proporcionada por el Comité Directivo Estatal priista, el resultado de la votación de la CPP fue unánime, de donde podría inferirse que fue en favor de Anabell Ávalos Zempoalteca.
Frente a este complicado panorama político-social, lo único cierto es que el peligro de contagiarse de Covid-19 es muy alto, más aún si los aspirantes a ocupar un cargo de elección popular hacen caso omiso a las indicaciones del sector salud y mantienen su postura irracional de provocar concentraciones masivas, peor aún si no se aplican las medidas sanitarias básicas para evitar la propagación del mortal virus, en donde incluso podría darse el caso de que los mismos aspirantes sean fuentes de contagio si son asintomáticos.
Quedaremos en espera de que día 17 de enero se den a conocer los nombres “definitivos” de las candidatas de las coaliciones “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” y “Unidos por Tlaxcala”.