
- “Unidad” morenista atrapada entre advenedizos, oportunistas y traicioneros
- Denuncias aún sin resolutivo en la FGR y el TEPJF
- Larga lista de aspirantes “morenistas” a la presidencia municipal de Tlaxcala
El pasado miércoles, en contra de las disposiciones sanitarias emitidas por el sector salud, tanto federal como estatal, en el sentido de no convocar a reuniones masivas, conservar la sana distancia, usar gel antibacterial y tomar la temperatura, entre otras, dirigentes nacionales y locales del partido Movimiento Regeneración Nacional ((Morena) llevaron a cabo un evento con decenas de asistentes en sus instalaciones de Ocotlán para manifestar su apoyo a Lorena Cuéllar Cisneros como candidata al gobierno del estado de Tlaxcala, a la que consideran, se dijo, factor de unidad y garantía de que obtendrá una amplia victoria en los comicios del próximo 6 de junio.
En una parte de su intervención, la senadora por el estado de México y delegada del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Martha Guerrero Sánchez, dijo haber dialogado con las otrora aspirantes a la misma candidatura, la también senadora Ana Lilia Rivera Rivera y la empresaria Dulce María Silva Hernández, quienes le habrían expresado su intención de permanecer en las filas morenistas y apoyar a los candidatos del partido.
Por su parte, Lorena Cuéllar, coordinadora estatal de Defensa de la Cuarta Transformación, declaró que Morena camina en unidad, alejados del divisionismo y las simulaciones y que trabaja con todos los liderazgos locales para lograr “el cambio verdadero” en Tlaxcala; no obstante, lo evidente es que las profundas heridas provocadas al fragor del ríspido proceso interno aún no terminan de sanar.
Como se recordará, en plena contienda interna para elegir candidato a la titularidad del Poder Ejecutivo estatal, Ana Lilia Rivera Rivera y Dulce María Silva Hernández, manifestaron, por separado, que en la Fiscalía General de la República (FGR) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) existían denuncias en contra de Lorena Cuéllar Cisneros.
Las acusaciones habrían sido en el sentido de que la también ex delegada de la Secretaría de Bienestar, por medio de sus allegados, quitó dinero a becarios del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” para destinarlo al financiamiento de su campaña política; además de la denuncia pública hecha por una madre de familia beneficiaria, presumiblemente, por abusar del cargo y cometer irregularidades en el programa “Ampliación de Vivienda”, aunque desde antes ya existían señalamientos del manejo clientelar, con fines electorales, de los distintos programas sociales del gobierno federal, una de cuyas quejas estaría interpuesta ante la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Presuntas denuncias que fueron replicadas por varios columnistas y diversos medios nacionales digitales e impresos, a los que se sumaron entrevistas en medios electrónicos y ruedas de prensa. (https://tlaxcala.quadratin.com.mx/opinion/jose-urena-24-horas/; (http://www.indicadorpolitico.mx/columna-indicador-politico/mexico-biden-1-con-agenda-imperial-hay-estrategia-defensiva-no-necedad/; https://www.eluniversal.com.mx/estados/tlaxcala-denuncian-ante-fgr-exdelegada-por-abuso-del-cargo9; https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/sin-sancion-97-denuncias-contra-superdelegados, https://www.eluniversal.com.mx/estados/senalan-lorena-cuellar-por-presunta-corrupcion-en-tlaxcala, entre otros)
Sin embargo, a la fecha no se sabe de la existencia de ningún resolutivo que al respecto hubiese emitido alguna de las citadas dependencias y, si existiera, éste no se ha hecho del conocimiento público.
En aras de la transparencia y del derecho a la información, consagrado éste último en el artículo 6 de la Carta Magna, la dirigencia estatal del partido Morena tiene la obligación de fijar una postura en relación a estos temas que involucran, nada más y nada menos, que a su candidata al gobierno del estado.
Y es que el asunto no es menor, ya que de resultar ciertas tanto las demandas como las acusaciones, Lorena Cuéllar quedaría fuera de la competencia electoral debido a que los presuntos delitos denunciados están contemplados dentro del recién reformado Artículo 19 de la Constitución Política, tal como lo serían el uso de programas sociales con fines electorales y el ejercicio abusivo de funciones, considerados delitos graves en los que el juez ordenaría la prisión preventiva oficiosa.
Ahora, si no fueron ciertas esas denuncias, si fueron falsas noticias, es necesario que el pueblo tlaxcalteca lo sepa, ya que la desinformación también es un cáncer maligno que aqueja a nuestro país. Por lo menos, fuentes de la FGR consultadas en Tlaxcala niegan que exista en la entidad alguna denuncia en contra de Lorena Cuéllar.
Si bien en días pasados militantes morenistas celebraron que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de su partido declarará infundada la impugnación de Dulce Silva contra Lorena Cuéllar, ésta sólo se refiere al recurso interpuesto ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el 19 de diciembre de 2020 por la misma Dulce Silva, ante la presunta “inobservancia a los estatutos de Morena en el proceso de selección de candidatura para Gobernador/a del estado de Tlaxcala” por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, así como la arbitraria designación de la candidata por Morena a la gubernatura de Tlaxcala, donde resultó elegida Lorena Cuéllar Cisneros.
Al no haberse agotado instancias previas, la Sala Superior del TEPJF reencausó el recurso a la CNHJ de Morena para que, en el ámbito de sus atribuciones, resolviera lo que en Derecho considerara conducente, el resultado ya se mencionó líneas arriba.
Por otra parte, la proclamada “unidad morenista” está siendo empañada por el arribo de cientos de oportunistas, tránsfugas de diferentes partidos políticos que sólo van en pos de las candidaturas a los diferentes cargos de elección popular, la mayoría de éstos con el argumento de ser “gente cercana” a Lorena Cuéllar, carentes de trabajo partidario, sin ninguna identificación ideológica, programática, sin conocer los fundamentos ni principios bajo los cuales el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fundó el partido.
El costo de aceptar a esos advenedizos, algunos de los cuales ocupan cargos en la administración pública federal o son representantes populares, es el rechazo cada vez mayor de amplios sectores de la población, al percatarse de su alejamiento de la máxima lopezobradorista de “no mentir, no robar y no traicionar”; ejemplo claro se tiene con los diputados locales “morenistas” de la LXIII Legislatura del Congreso del Estado, así como con los diputados federales Rubén Terán Águila y el saltimbanqui José de la Luz Sosa Salinas, quien después de llegar a la Cámara de Diputados por Morena, saltó al Partido Encuentro Social (hoy Partido Encuentro Solidario) y después al Partido del Trabajo (PT).
Funcionarios y representantes populares, morenistas de ocasión, que en gran parte del país se encargan de echar abajo la intensa labor que, desde la Presidencia de la República, día tras día realiza el mandatario federal López Obrador.
Así podemos ver, por ejemplo, la larga lista de más de 20 aspirantes “morenistas” a obtener la candidatura a la presidencia municipal de Tlaxcala, la que se incrementó a raíz del lamentable fallecimiento de Ricardo Amaro -quizá el principal aspirante-, entre los que se encuentra el nombre de Jorge Corichi Fragoso, a quien acusan de haber traicionado a Lorena Cuéllar en el pasado proceso electoral siendo su coordinador de campaña, y ponerse al servicio, junto con Manuel Cambrón Soria, entonces presidente estatal del PRD, del candidato priista Mariano González Zarur.
Lo mismo sucede con gran parte de los aspirantes a las candidaturas a presidente en los 60 municipios, diputados locales y federales, puro advenedizo que busca el cobijo de Morena para llegar a saciar sus ambiciones políticas y saquear las arcas públicas, sirva citar los casos de Zacatelco y Apetatitlán como una prueba más de lo aquí dicho.
Otro ejemplo de “unidad morenista” lo acaba de dar una de las fundadoras de Morena, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien, a través de un video que circula en su cuenta personal de Facebook, declara con lenguaje duro y contundente que ha “guardado silencio por prudencia política” y no ser “una vulgar oportunista hambrienta del poder por el poder”, ni una “farsante que simule amor a la gente y simpatía por sus problemas”.
Así la pregonada “unidad” de Morena en Tlaxcala.
Por ahora sólo resta recordarle a la clase política y aspirantes a cargos de elección popular, que la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 también juega un papel determinante en el presente proceso electoral y, más que nadie, selecciona a los aspirantes a obtener una candidatura.