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Emir Olivares y Sergio Ocampo
Enviado y Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 16 de febrero de 2024
Acapulco, Gro., Ante las revelaciones de que obispos de Guerrero buscaron un acuerdo con el crimen organizado para reducir los niveles de violencia en la entidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que «siempre los sacerdotes, pastores, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan, en la pacificación del país. Lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a conseguir la paz. Desde luego, la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado, eso debe de quedar muy claro
«.
–¿Usted respaldaría que sigan estas conversaciones, estas negociaciones con el crimen?
–Sí, todos, los que pueden ayudar. Lo hace la Iglesia, me consta, en Michoacán, y lo hacen en otras partes.
–¿El gobierno respaldaría de alguna manera para que sigan estas conversaciones?
–Sí, nosotros lo vemos bien, lo vemos muy bien. Nada más que nada de acuerdos que signifiquen conceder impunidad, privilegios, licencias para robar.
De gira por Guerrero, recordó que en el pasado se auspició la creación de autodefensas que si bien comenzaron en esta entidad mucho tiempo antes, posteriormente se incentivó su creación. Sin embargo, destacó que en la actualidad el gobierno federal tiene desplegados 29 mil elementos de las diversas corporaciones: Marina, Ejército y Guardia Nacional.
Recordó las diversas acciones dirigidas a los jóvenes para evitar su inserción en el crimen organizado o desalentar su continuidad: «para el que quiere abandonar ese infierno, la jaula, aunque sea de oro, no deja de ser prisión, porque si está en una banda tiene que andar a salto de mata, no está tranquilo, no vive en paz, ¿y a cambio de qué?, de la troca, de la camioneta último modelo, de las alhajas, dinero. (…) Se tienen que andar ahí cuidando, no sólo a las persecuciones de autoridades, sino a las otras bandas. ¿Qué vida es esa? Y es mejor vivir modestamente que vivir con esa angustia
«.
El acercamiento
Un integrante de la Iglesia católica en Chilpancingo confirmó que el martes pasado se logró un acuerdo entre los líderes de los grupos criminales Los Tlacos y Los Ardillos para que se pusiera fin a la violencia, que en los últimos días dejó seis choferes muertos y un paro de transportistas de más de una semana.
Aseguró que “efectivamente hace un mes, los cuatro obispos de Guerrero, José de Jesús González Hernández, de Chilpancingo-Chilapa; de Acapulco, Leopoldo González; de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta, y el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, se reunieron con los hermanos, Johnny El Pez y José Alfredo El Fresa Olascoaga Hurtado, en las inmediaciones del municipio de Arcelia, en la Tierra Caliente.
Señaló que fue en ese lugar donde se iniciaron formalmente las pláticas con los cuatro obispos: “digamos que fue la reunión central con los hermanos Olascoaga Hurtado y fue en ese entonces cuando llamaron por teléfono a Don Necho, Onésimo Marquina Chapa, líder de Los Tlacos, quien se encontraba acompañado de un sacerdote en las cercanías de Heliodoro Castillo”.
Posteriormente, cuando surgieron los problemas del transporte en los municipios de la zona centro, principalmente Chilpancingo, “miembros de la Iglesia católica iniciaron un diálogo con Los Tlacos, que aceptaron un acercamiento con Celso Ortega Jiménez, líder de Los Ardillos, para que hubiera paz”. Fue entonces que los líderes de los dos grupos rivales empezaron a enviarse mensajes «desde el lunes pasado y un día después, el martes, se llamaron vía telefónica, acordando poner fin al paro del transporte en Chilpancingo, que afectó también a los municipios aledaños
«.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, confirmó, sin precisar en qué fecha, que los cuatro obispos de Guerrero dialogaron con los grupos delincuenciales de la Tierra Caliente y de la región de la sierra de Guerrero, sin mencionar con quiénes. Propusieron una tregua, pero no se logró.
Es de resaltar que jerarcas de la Iglesia católica de Guerrero, sobre todo el ex obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza (2015-2022), se han reunido desde 2017 con líderes de grupos criminales a fin de interceder para lograr la paz en la entidad, pero sin conseguirlo.
Tomado de: https://www.jornada.com.mx/2024/02/16/politica/004n2pol