0
0
Foto: Por Esto (tomada de Internet)
Raúl Contreras Flores
Martes 20 de febrero de 2024
Tlaxcala, Tlax. Independientemente de las protestas que se realizaron el pasado domingo en la ciudad capital, en el marco de la jornada nacional denominada “Marcha por la defensa de la democracia”, y que coincidieron con la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó a hacer la entrega de la parroquia de San José, la cual resultó fuertemente dañada, junto con otros importantes inmuebles coloniales, debido al sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017, las consignas lanzadas en contra de la gobernadora Lorena Cuéllar no deben ser desestimadas.
Para tratar de impedir el paso a los grupos opositores al gobierno lorenista se implementó un cerco alrededor de la parroquia y zonas aledañas, sin poder evitar que éstos elevaran su voz para denunciar el pésimo desempeño que la ex priista ha tenido en casi dos años y medio al frente del gobierno; creciente indignación de la que López Obrador fue fiel testigo.
Tan fue así, que al finalizar su corta intervención sólo dirigió a la mandataria las mismas palabras de cortesía que expresa a otros gobernadores. Aunque horas más tarde, en el vecino estado de Puebla elogió el trabajo realizado por Salomón Céspedes Peregrina, de quien hizo apología de sus grandes virtudes como gobernante.
Así, el idilio vivido con la también ex perredista, al parecer llegó a su fin.
Y cómo no, si los desatinos y excesos cometidos por la gobernadora han rebasado los límites que el ciudadano común y corriente está dispuesto a soportar, más aún si hablamos del pueblo tlaxcalteca, a quien el mismo presidente López Obrador ha calificado como “un pueblo despierto, muy politizado”.
Aparte de la corrupción e impunidad en la que se encuentra hundido el gobierno lorenista, hoy se le restriega en la cara a los ciudadanos la celebración de una fiesta de cumpleaños en honor de la mandataria, que se llevó a cabo el pasado fin de semana en la Casa de Gobierno.
Una fiesta muy similar a la de una quinceañera, con pista de baile iluminada, dejándose llevar al ritmo de la música por el chambelán principal, por cierto, su secretario de Despacho, mariachis, un inmenso jardín artificial formado con ramos de flores de todo tipo, vinos para todos los gustos y exquisitos platillos, sin faltar, por supuesto, los fuegos artificiales con la leyenda “Feliz cumpleaños Lorena”. Todo esto se puede ver en la página de Facebook de Lorena Cuéllar.
Sólo que no fue la fiesta de una quinceañera -aunque eso deseara aparentar-, sino que fue el pachangón de una gobernadora en cuya entidad los asesinatos, feminicidios, asaltos, robos, narcomenudeo, narcolaboratorios, huachicol o huachigas, trata de personas y tráfico de personas no paran, y, por el contrario, cada día están más presentes en todo el territorio tlaxcalteca, baste analizar las mediciones que en la materia se realizan a nivel nacional; caso concreto, el robo a transporte de carga. Sí, pudiera decirse que este es un tema de competencia federal, pero, ¿y la colaboración del gobierno estatal? Y, como en esta materia de seguridad se encuentra la desatención en los sectores de salud, educación, cultura, medio ambiente, entre otros.
En el gobierno de Lorena Cuéllar no existe la Austeridad Republicana que pregona el tabasqueño, lo que existe es el culto a la personalidad, la frivolidad, lo banal, lo superficial, como si todos los problemas político-sociales se resolvieran con una cirugía estética.
Muy probablemente esto ya lo comprobó el mandatario federal.
