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panorama21
La prensa carroñera ha desatado una intensa guerra mediática en contra de todas las decisiones que toma el gobierno federal para atender las urgentes necesidades que padece la población afectada por el huracán Otis en el estado de Guerrero.
Como anillo al dedo les cayó a los medios de desinformación mercenarios y enemigos políticos del presidente López Obrador esta tragedia. Un desastre natural que nunca se había vivido en el mundo, por lo que, entre el desarrollo de modelos matemáticos y el cambio climático, los científicos buscan una respuesta a este fenómeno.
Muy diferente fue el papel de la prensa en aquellos días de septiembre de 1985 que, después del terremoto del día 19, jugaron un papel determinante en materia de comunicación social, de solidaridad, de fraternidad.
Hoy, todo se ha convertido en ataque, en denostación, en confrontación directa con el gobierno lopezobradorista con el claro propósito de generar incertidumbre, caos y odio hacia la autoridad. De la manera más vil, y con la vista puesta en las elecciones del próximo año, se manipula la información y se usa la justa demanda de la población más pobre para mostrar la presunta falta de atención y capacidad del gobierno.
Las redes sociales están atascadas de desinformación, incluso mostrando videos que no corresponden a los hechos ocurridos. Cierto, hay carencias, aún hay limitaciones en la ayuda ofrecida, aunque el trabajo asistencial inició a las pocas horas del siniestro. Y, así como pasó con la reconstrucción del entonces Distrito Federal después del terremoto del 85, seguramente así pasará con las regiones afectadas por el huracán del 24 de octubre en el estado de Guerrero.
A la pandemia por Covid-19, se le suma ahora esta enorme tragedia a nuestro país. Cuidado con toda la información que llega a nuestros ojos y oídos.
