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Raúl Contreras Flores
Viernes 5 de enero de 2024
Tlaxcala, Tlax. Patéticas, insultantes, deleznables son las imágenes que esta noche el gobierno lorenista ha hecho llegar a las redacciones de los diferentes medios de comunicación, en las que triunfantes posan Luis Antonio Ramírez Hernández, ahijado de Lorena Cuéllar, en sus funciones de secretario de Gobierno; Ramiro Vivanco Chedraui, aspirante a una candidatura de elección popular, aún en su carácter de oficial Mayor de Gobierno; y la nueva dirigencia del sindicato oficialista de burócratas, “7 de Mayo”.
El uso de esa serie de adjetivos no sale del hígado, sino de la indignación de ver cómo una camarilla enquistada en el poder retuerce las leyes para imponer su voluntad por encima del interés colectivo, en franco desacato a la máxima de un gobierno democrático que establece, “mandar obedeciendo”.
De ninguna manera se sale en defensa de los ex dirigentes del citado sindicato, de quienes se presume vendieron la causa y, por lo tanto, traicionaron a la amplia base de sindicalizados con la que contaban, al abandonar la lucha sindical –igual que los sindicatos magisteriales- que se había iniciado con grandes perspectivas de triunfo para la clase trabajadora y otros sectores sociales demandantes de justicia. Y hoy, sin pudor alguno, salen a dar conferencias de prensa quizá sólo para cumplir con el libreto escrito desde los sótanos del Palacio de Gobierno.
Los nuevos beneficiarios del avasallaje lorenista son sus presuntos compadres, Pedro Erazo Rivera y su esposa Guadalupe Rodríguez Guzmán, ambos ex dirigentes del “7 de Mayo”, quienes hoy festejan que el sindicato esté en manos de su hija, Karina Erazo Rodríguez.
El abuso de poder, el autoritarismo y la represión ejercidos en tan sólo dos años y cinco meses encaminan a Lorena Cuéllar Cisneros a convertirse en el peor gobierno del estado de Tlaxcala, después de haber sido la candidata más votada hasta este día.
Queda a los sindicalizados del “7 de Mayo”, opositores a la familia Erazo Rodríguez, la alternativa de formar otra agrupación que, de acuerdo a la reforma laboral de 2019, es posible crear nuevos sindicatos para tener mayor libertad y democracia en la elección de los representantes sindicales, así como exigir transparencia y rendición de cuentas.
Un acercamiento con las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno federal en la Ciudad de México podría disipar sus dudas al respecto.
